Reseña histórica

Tras sus orígenes romanos acreditados por los números vestigios de la época, se conoce documentalmente desde 1.106 por el Cartulario de Roda. Lope de Fortuñones fue señor del lugar en 1135. Aquí preparó Jaime I su ejército. Según relatan los cronistas para atacar Panzano y Lascellas en el año 1.255. En 1.395 la villa fue vendida por María de Luna, mujer de Martín I, a Bernardo de Pinos, tres años después volvió al dominio real, Alfonso V cedió la villa a Berenguer de Bardaxí, en cuya familia permaneció hasta 1503.

Las Tenencias de Pertusa


La tenencia fue una institución netamente aragonesa, en tanto que en Cataluña existió la similar de la veguería. No hubo veguerías en Aragón como no hubo tenentes en Cataluña, aunque pudo haber, y los hubo, tenentes catalanes, navarros y franceses, pero en tanto en cuanto eran tenentes de Aragón y las detentaban en nombre del Rey de Aragón, no del rey de Francia, del de Navarra o del conde de Pallars.

Esas tenencias aragonesas llegan hasta comienzos del siglo XIII, incluidas las de las tierras al Este del río Cinca, precisamente hasta el río Noguera Ribagorzana. Si desaparecen en el siglo XIII no es porque las tierras pasaran a ser catalanas, sino porque desapareció la institución como tal, en esta zona y en el resto de Aragón.

El tenente era el representante del rey, y por lo tanto procedía de una familia principal, o vinculada al monarca; es decir que formaba parte de la minoría de los barones, que son los que tenían el derecho de acceso a las honores reales, lo que significaba de facto la posesión de casa, tierras, y hombres sujetos a las mismas.

Su misión era complicada, porque debía atender asuntos en ocasiones que no le eran propios, como el cobro de impuestos anuales, una labor que correspondía al merino, o bien el cobro del censo (novena, delgada y galleta) en algunos lugares pequeños y apartados, pero pertenecientes al rey, así como en otros dependientes de la nobleza menor de los infanzones, cobrar a los campesinos y siervos; si bien su principal misión consistió en administrar justicia; y organizar la defensa del territorio y de la fortaleza en la que residía, amen de otros castillos que pudiera tener así mismo asignados .

Por todo ello la figura del tenente resulta esencial, para comprender la ordenación territorial, jurídica y militar, desde fines del siglo X, a los comienzos del siglo XIII.

Torre de Pertusa

Ostentan la Tenencia de Pertusa:

Lope Fortuñones III de Albero  (Año 1.128).

Ferriz de Santa Eulalia (Año 1.133).

Juan Galíndez (Año 1.133).

Pedro San Vicente (de mayo de 1.175 a julio 1.175).

Peregrino de Castillazuelo (de julio de 1.175 a junio de 1.180).

Pedro San Vicente (año 1184).